miércoles, 16 de marzo de 2011

Ser, ¿quién?


Cambiar. ¿Cómo?. Es fácil decirlo, pero el que una persona cambie su forma de ser de repente no es fácil, y conlleva responsabilidades. Todo lo que conoces hasta ahora cambiará, al cambiar tu forma de ser también haces que los demás tengan otra forma de tratarte. Claro que hay que tener en cuenta si te paras a pensar en cambiar tu forma de ser, será porque a alguien que está contigo, a tu alrededor, no le gusta. Analiza pros y contras y descubrirás muchas sorpresas. Contigo mismo estás bien, pero los demás no te hacen sentir lo bien que te gustaría. Pero, ¿cambiar realmente funciona?. Si toda tu vida has sido una persona con unos principios no puedes cambiarlos de la noche a la mañana. Si cambias, los demás igual te veían mejor y empiezan a tratarte como a ti te gustaría, pero, ¿estarías contento contigo mismo?. Yo creo que la respuesta es no. Pero claro, siempre miras por lo que esperan los demás en vez de buscar tu propia felicidad. Por otro lado están las personas que te quieren tal y como eres, aquellas personas que realmente se preocupan y lo demuestran estando contigo y sin dejarte solo. Sólo que a veces esperas a esa persona que pensarías que siempre iba a estar ahí pero que nunca llega. No se pueden forzar cambios así, pero parece que es la única solución. Aunque siempre queda esa última esperanza que te da fuerzas para seguir...

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