lunes, 3 de diciembre de 2012

Malentendidos, si es que se pueden llamar así.

Muy buenas. Hoy voy a hablar de la imaginación de la gente, la capacidad de imaginar una historia con mil posibles causas y mil distintos finales, todo ello causado por una simple vista de algo en un momento puntual.
Tú ves a alguien por la calle, por ejemplo a un chico y una chica andar. La persona que los ve, crea una historia mental que consiste en: Lugar de donde vienen, qué están haciendo y qué harán. Y obviamente, qué son. Si un chico y una chica van juntos por la calle, hay algo entre ellos. También pueden ser hermanos en la sombra, porque han hecho creer al mundo que cada uno es hijo único. Si tienen caras felices, han estado follando ( realizando el acto sexual, fínamente dicho ). Si lo agarra del brazo, es que está enamorada. Si cojea, es porque le ha dado un tirón realizando el acto sexual. ( A veces me sorprendo de lo finolis que soy hablando. Escribiendo también, sigamos. )
Lo que no saben es que son dos buenos amigos, que ella tiene un esguince de grado II en el tobillo y se agarra del chico porque se ha dejado la muleta en casa.
( Esto sí que es tener imaginación. )

Pasando a otra cosa que no tiene nada que ver pero está relacionada, ayer estaba hablando con una amiga sobre la gente que mete mierda. Véase gente sin vida que se dedica a hablar de los demás para tener algo de lo que hablar cuando quedan con sus demás amigos sin vida.
Una persona dice algo sobre alguien. Obviamente, la persona a la que se lo dice se lo cree y esta, a su vez, lo va contando por doquier. A veces pasa, la mayoría de las veces, que no solo se cuenta lo que te han contado, si no que la gente, así por las buenas, le añade unas cuantas cosas más. Claramente la historia que se crea es un cúmulo de estupideces que la gente se acaba creyendo. Por otro lado está la verdadera historia, pero esa no le interesa a nadie.
Y todo esto no tiene nada que ver porque la gente al principio es la que dice cosas sobre un tema que desconocen. Pero a partir de eso, la gente elucubra sobre las mil historias que podrían darse de lo que han contado. De ahí que esté relacionado con lo anteriormente escrito.
Luego también están las personas que te acusan de algo por lo que han oído sin tan siquiera contrastar dicha información. También están los que después de haber oído todo lo que dicen, te preguntan y, los que a pesar de haber oído las historias más inverosímiles, hacen caso omiso y están realmente a tu lado.

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